martes, 30 de octubre de 2007

Salir en lunes

Hay veces que con una simple llamada de teléfono se pone en marcha toda la maquinaria imaginativa cargando la mente de buenas ideas para pasar la mejor tarde posible entre amigos.

Ayer llegando a casa sobre las 16h me llama Toni diciendo que anda por la zona y que no tiene nada que hacer. En ese momento me sentí alterado a la par de inquieto y impaciente porque sabía que una tarde tonta en la que quedas sin ningun plan aparente suele ser una tarde para recordar. Quedamos en mi casa a las 16:15h y tras estar un rato divagando y arreglando el mundo decidimos que una buena charla debe ser regada de buena cerveza así que nos dirigimos a nuestro bar de confianza fichando para el envite a Jordi (nombrado en otros posts) que no suele fallar ante tales acontecimientos y cambió sus planes bricomaniacos compulsivos por la reunión.

Ya en el bar seguimos arreglando el mundo a base de anéstesico en vaso y generosas raciones de colesterol en forma de tapa de albóndigas o croquetas. Tras bebernos el agua de los floreros decidimos ir a hacer justicia en otros bares porque todo el mundo tiene que vivir (por eso reparto equitativamente mi sueldo de mileurista entre bancos, hipotecas y bares) y tras más tapas y acabar rodeados de cervezas vacias por todas partes comenzamos a interesarnos por la vida y obra de los camareros de cada uno de los bares que conquistábamos. Una charla esta bien, pero para obtener una visión más objetiva con una segunda opinión siempre es bueno saber el punto de vista del tabernero que suele tener ganas de conversar, y gracias a nuestro buen rollo acumulado en el higado nos hicimos amigos prácicamente de todos ellos (eran hombres y mujeres, ellos y ellas, pero lo digo con el plural masculino como me enseñaron en la escuela).

Notablemente borrachos nos despedimos de Jordi y nos dirigimos a casa. Como la noche era joven y por todos es sabido los poderes curativos del Gintonic nos paramos en el único local de la zona que mantiene abiertas sus puertas durante toda la noche y tras apretarnos el primero de ellos nos cercioramos de la presencia de dos féminas.

Primero obtuvimos información privilegiada de sus situaciones gracias al camarero y posteriormente Toni, yo y nuestra verborrea etílica nos dirigimos prestos a la conquista de las mozas entre cánticos de victoria y arrullos gatunos. La calabaza fue realmente antólogica, les bastó decir un simple "¿entiendes?", y vaya si lo entendimos, dos chicas inacessibles para chicos, pero realmente no nos afectó, no nos importaba en absoluto que dos lesbianas nos mandasen a paseo asi que decidimos recoger nuestro intácto orgullo de aquella mesa y con la ayuda de otro Gintonic devolverlo a su sitio. A la media hora abandonabamos el local.

Esta mañana era de imaginar la cara mezcla entre oler mierda y estar mirando el sol con la que he llegado a la oficina, pero me da igual. Ayer fué un gran dia y que me quiten lo bailao.

2 insensatos contestaron:

Unknown dijo...

Y así te va..

o_0'

Pep dijo...

Simplemente estoy cambiando las marchas de entre semana por las de fin de semana.

Además, cuando sucede una situación improvisada así es de obligación cumplir como un campeón.