lunes, 29 de octubre de 2007

De viaje... a Menorca

El jueves pasado viajé a Menorca para ir a buscar al que será mi futuro coche para, espero, muchos años. La ida sería en avión y la vuelta en barco para poder traer a mi Opel Astra a casa.

Me presento a las 6:15h en el aeropuerto, voy a sacar mi billete y, amigos, no me acordé de la memez de no poder llevar líquidos a no ser que des beneficios a los Dutty Free y cuando me dispongo a entrar con mi flamante botella de Chivas Regal como obsequio a la persona contacto que nos ha proporcionado buenos precios en los coches me mandan parar diciendo que no puedo llevar líquidos. Menos mal que no se tienen en cuenta los líquidos propios, que sino ya me veo mis huevines embolsados herméticamente. Esto del terrorismo a veces es de risa, ya me veo el diálogo:

- Azafata, dígale al piloto que nos lleve al Ayuntamiento de Madrid lo más verticalmente posible, rapidito.
- ¡Dios mio, tiene una Mirinda!

Con la ayuda de la amable señorita de facturación de Iberia conseguimos unos periodicos y una caja para guardar mi botellita y la facturamos. Aceptablemente mosqueado voy hacia la puerta de embarque y nos llevan hacia una castaña de avión turbohélice que necesita la ayuda de Dios y de un milagro para levantarse del suelo pero finalmente nos vamos volando hacia la isla de Menorca. A mitad del corto camino salen los carritos de la comida con sus correspondientes cacahuetes y zumos para avituallar al personal, pero tras un anuncio de proximidad de turbulencias veo como los carritos de los zumos y las rubias azafatas y sus respectivos cacahuetes se vuelven a su sitio. Ya me he quedado sin el puto zumo.

Viaje en general movidito, sin zumo, sin cacahuetes y sin rubias, pero llegamos al destino que era lo que interesaba en aquel momento.

Llegamos a la casa de alquiler de coches donde firmé el contrato de compra-venta de mi nuevo coche y acto seguido me fui de Mahón a Ciutadella donde saldría el barco de regreso a las 11:30 de la mañana. De Mahón a Ciutadella hay aproximadamente unos 40 minutos y cuando estaba en Ferreries, ya cerca de mi destino, me llaman de Iscomar, los valientes navegantes que me tenian que devolver a mi y a mi coche a casa, diciendo que el barco de las 11:30 se cancela por mal tiempo y que saldremos todos juntos como hermanos a las 19h del mismo dia (personalmente, y viendo las cuatro ratas que fuimos en el viaje de vuelta, creo que no les compensaba el viaje para los que éramos y nos juntaron a todos).

Pongo Stairway to Heaven en la radio del coche para tranquilizarme un poco y doy media vuelta para volver a Mahón y reunirme con unos amigos que fueron a la isla vecina para comprar un coche también. Llego, cogemos el coche de uno de ellos para ir a merendar y el mio lo dejo bien aparcadito y apartado en el parking de un supermercado. Vamos a merendar sin problemas planeando una tremenda comida a base de marisco, chuletón de Ávila, torrijas y buen vino tinto cuando me vuelven a llamar de Iscomar para decirnos que el barco se adelanta a las 16h por previsión de mal tiempo. Sin zumo, sin cacahuetes, sin chuletón, sin marisco, sin torrijas y sin vino tinto vamos a por mi coche estacionado para ir a Ciutadella a embarcar. En el reencuentro con mi coche, unas dos horas y media después de haber firmado el contrato, visualizo un rayazo en la parte delantera. Después de dedicarle unas amables palabras a la familia del anónimo autor de tal desastre cojo mi inocente coche y, hambriento, vamos hacia el barco. El camino sin problemas. Y ya en el muelle mientras nos abrian el mostrador para sacar la targeta de embarque nos fuimos a dar una vuelta buscando un sitio donde comer algo (que no encontramos). Cabe decir que durante la búsqueda de bareto no llovió y pero cuando íbamos de vuelta al muelle sin haber comido nada cayó un chubasco que nos dejó chorreando.

Embarcamos nuestros coches en aquel hierro flotante y nos acomodamos. A la señorita que eligió VHS para el viaje deberíamos haberla tirado por la borda a mitad de camino porque creo que fue de las peliculas más malas que he visto. Una pelicula de chinos mafiosos en la que el 95% del tiempo de la misma fué dedicado a explosiones, palizas a lo Jackie Chan, disparos y puñaladas. El 5% restante fue peor aun. Si el avión se movió, el barco parecía una atracción de feria. Llegamos a Mallorca con nuestros cochecitos, más concretamente a Alcudia, y bastante mareados nos vamos hacia nuestras respectivas mientras empieza a caer una ténue llovizna.

Si habeis conseguido leer todo el ladrillazo sin bostezar sois unos campeones.

1 insensatos contestaron:

Unknown dijo...

Yo lo he leido todo!

Creo que en vez de un simple viaje fue una gran aventura!

xD