viernes, 14 de septiembre de 2007

A hincar codos

No, no es que vuelva a las clases; es más por el tema de que llega el fin de semana. Y como para todo hijo de vecino es primordial la desconexión total de la rutina semanal y laboral para llegar el lunes de nuevo a la oficina con las pilas cargadas, o por lo menos para no olvidarte las pilas entre las sábanas.

Está claro que los chicos y las chicas por norma general no nos divertimos de la misma forma en el territorio vespertino de apogeo hormonal. Mientras ellas suelen bailar en medio de la pista nosotros nos dedicamos a apretarnos un cubata detras de otro. Hasta que nuestro nivel etílico es suficiente como para acercarnos a la pista prestos a la conquista con nuestro garbanzo por bandera.

Como en el reino animal, en el que las féminas exponen sus mejores plumajes o emiten determinados sonidos, las féminas humanas se ponen sus mejores trapos y bailan lo mejor que pueden para atraer la atención del chico.

Esta noche se está preparando una marcha de solo-chicos bastante interesante que coincide la retirada del molesto yeso en mi pierna y que me permite volver a ser bípedo (dos pedos, viernes noche y sabado noche).



* Este escrito no es una apología al alcoholismo. PolodeSobrasada está totalmente en contra del consumo de alcohol dentro del horario laboral.

2 insensatos contestaron:

Anónimo dijo...

No sé en que Reino Animal estás tú, en mi Reino Animal las féminas NO exponen sus mejores plumajes o emiten determinados sonidos, sinó que son los machos los que lo hacen y ellas según su plumaje y su característico sonido eligen al macho que le va a dar lo que ella necesita: comida, una casa y sexo!
Los machos humanos somos un poco gilipollas, en vez de hacer lo que hace nuestro Reino Animal hacemos lo contrario. ¿Somos tan inútiles?

Pep dijo...

Fallo técnico entonces, tengo que mirar más a menudo el Discovery Channel.

Entre los humanos, quienes llevan las riendas de las relaciones amorosas son ellas. Si mantienes relaciones sexuales con una chica es precisamente porque ELLA quiere. Nosotros somos de dificil negación.