martes, 4 de marzo de 2008

La importancia del LCD

Abro los ojos. Miro a mi alrededor y todo está desierto, como en las rebajas de Ikea, pienso. Hacia el frente todo es negro y mi izquierda solo puedo ver una barra de bar, unas botellas de vino y varias mesas y sillas más. A mi derecha hay una pared naranja. Me miro a mi y estoy sentado en una silla negra. Todo parece estar en su sitio, incluso mi dichosa barriga. No se donde estoy y no recuerdo como he llegado aquí.

Me inquieto cuando oigo un ruido ascendente muy cerca de mi y de pronto aparece una imagen de colores y unos sonidos distorsionados. En esas borrosas imágenes se ve un hombre serio, con barba, gafas y con dificultades al pronunciar la letra "s". Delante suya hay otro hombre trajeado con cejas puntiagudas.

Poco después aparecen unos detergentes, una bebida energética, un conejo rosa de peluche con una pila incrustada en el culo, un pato que limpia inodoros y un sheriff con un pony de color rosa.

Al pellizcarme y notar dolor me asusto, no es un sueño. ¿Donde estoy? ¿Como he llegado aquí?

Una voz me despierta de mi mundo paralelo:
- ¡¡Gilipollas!!¡¡Melón!! quítate de enmedio de la tele, que no se ve ná.


PD: La Tapita ya tiene televisión LCD de 42 pulgadas. Este año miraré la Eurocopa como Dios manda.

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