jueves, 14 de febrero de 2008

San Valentín

Jueves. 7:30 la mañana. Me desperezo mientras espero que el microondas acabe de calentar el café. Aunque parezca un día normal hay algo dentro de mi que me dice que no lo es. Me siento incomodo, inquieto, nervioso, agitado, como si supiese que algo extraño me iba a pasar. Justo cuando estoy abriendo el coche para ir a trabajar recibo un sms. Es Marta.

Marta es una morena de pelo largo, mujer de ideas claras de día y terremoto sexual de noche, y además, la chica con la que comparto mis momentos íntimos.

- "¿Sabes que día es hoy?"

WARNING!! Todos a las trincheras! Alarmas y sirenas suenan en mi interior, veo luces rojas intermitentes por todo y hasta la mujer que camina a dos metros de mí parece haberse percatado de que algo no me iba bien. ¿Porque narices seré tan despistado? ¿Será su cumpleaños? ¿El cumpleaños de su gata? ¿El día de la muerte de Chanquete? ¿Le contesto diciendo: "claro que si cariño, felicidades"?

Entro en el coche y enciendo la radio para intentar calmarme y lo primero que oigo es:

- "Se la quiero dedicar a mi novia por el día de San Valentín, porque la quiero mucho y bla bla bla"

Me quedo en silencio conteniendo la respiración y acto seguido suena el Ordinary World de Durán Durán. Bien. Cambiamos una tarde con amigos y cervezas por una tarde de cine, cena romántica y dosis de cariño y atención que empalagarían a la sal. Cambiamos una PlayStation 3 por ir corriendo al Corte Inglés a comprar un regalo, reservar mesa en un restaurante (abstenerse McDonalds y derivados) y por una botellita de cava potable (o sea, que no parezca sidra).

Después de merendar, más sereno, habiendo contestado al sms, me pongo a pensar un poco.

- ¿Y si no le regalo nada este año diciendo que esto es un invento de El Corte Inglés y que nosotros nos queremos durante los trescientos sesenta y cinco dias del año y tal? -Pregunta mi inocente alter-ego.
- Pues amigo Pep, estarás condenado al más cruel de los rencores interiores femeninos. Es posible que no sea hoy, ni mañana, ni de aquí tres meses, pero algún día ella te recordará que no le regalaste nada el 14 de febrero. Será como una espina que llevará clavada en su corazoncito y que de vez en cuando querrá compartir contigo haciéndote ver que fuiste desconsiderado, egoísta, abominable, asocial y cruel. Que en el trabajo ella tuvo que mentir diciendo que le habías regalado la ultima colonia que anuncia la "amiga" de Sarkozy para así no tener que dar explicaciones de como va vuestra relación.

- De verdad guardan esos rencores? -Insiste con síntomas de desesperación
- Estos y más. En las típicas discusiones de pareja es donde realmente te puedes dar cuenta de la capacidad de rencor que puede llevar dentro una mujer del siglo XXI. Cada cosa que digas, cada cosa que hagas será almacenada sistemáticamente esperando la oportunidad de escupirtela a la cara en el momento menos pensado para dejarte prácticamente a la altura de la mona Chita. Esas son las llamadas "armas de mujer".


No por ser las armas del sexo débil tienen que ser poco peligrosas. Muchos enamorados confiados han sucumbido en el campo de batalla (o lo que es lo mismo: en las relaciones de pareja) por no seguir el camino establecido por el manual de como tener contenta a la parienta. Más de uno, viéndose venir el percal abandonó la idea de entender a las mujeres para dedicarse a metas más factibles, como por ejemplo encontrar el ultimo decimal del número pi.

Por todos estos motivos, solo me queda desearos suerte y un feliz San Valentín a todos los enamorados. Y al resto recomendarles que para ir al cine o a cenar mejor que esperen a mañana, que hoy estará muy lleno por todo.

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